Siempre que vemos en la
caja de un producto la foto de un famoso ―en este caso, Robbie
Williams― siempre nos queda la duda de si se quiere disfrazar lo
que hay dentro, pero, una vez más, este fabricante suizo da la talla
con un producto, de edición limitada, muy respetable del que dice
que es un café exprés cremoso y con mucho cuerpo completado con
una nota compleja de pimienta roja y canela, coronado por un regusto
fresco y ácido, y corresponde bien con lo que nos vamos a
encontrar en taza bajo una abundante, cremosa y consistente espuma de
color beis oscuro. También se nos informa de la intensidad 10 sobre
10 y trae las recomendaciones de servicio, ristretto, 25 ml y
espresso, 40 ml ―mi opción favorita, ya bastante fuerte de por
sí―. No es barato, pero, sin duda, merece la pena probarlo.
La
presentación es una espectacular caja pequeña plateada, con una
foto de Robbie Williams, muy cómoda y con una distribución como de
caja de bombones, en la que se optimiza al máximo el pequeño
espacio al máximo para encajar 10 cápsulas troqueladas, de color
titanio.
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