domingo, 15 de enero de 2017

Novell Cremoso

Café clásico catalán que también decidió dar el paso a las cápsulas compatibles. Dice el fabricante en caja que es un café de potente intensidad, amplitud y untuosidad. Pensado para empezar el día, ideal para tomar con leche. Cápsulas de café biodegradables en todas las condiciones de desecho. Sin impacto ambiental, por lo que no precisan tratamiento especial, ni contienen minerales pesados. No se puede decir que diga mucho del café, salvo que es potente, de hecho en un gráfico de intensidades de toda la gama, consta como el más potente, aunque en ninguno ponga una intensidad numérica; y sí se centra mucho más en lo ecológico ―en la parte trasera de la caja aparece en letras algo más grandes que el resto del texto: Café responsable capsula biodegradable, sen mayúsculas y sin tildes―. El café está bastante bueno, con cuerpo, una acidez algo alta pero razonable y un retrogusto bastante largo, pero sin muchos alardes. Razonable relación calidad/precio.

La caja es bonita, aunque con sus siete planos no recuerde, salvo por la foto en picado de media taza de café con plato, a una caja de café, en blanco y marrón claro. Me gusta mucho el logotipo, en negro, donde la v de la marca hace el papel de taza, saliendo de ella un trazo que hace de humo. Dentro hay 10 cápsulas transparentes con tapa plateada, todas ellos dentro de una bolsa muy resistente, con un diseño similar a la caja.

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